Según cuenta la leyenda será en el año 888 cuando la virgen de Montserrat será encontrada por unos pastores en una cueva de la montaña (la "Santa Cova"). Ellos habrán acudido al lugar tras buscar el origen de una gran y destellante luminaria que salía del monte. Siguiendo las ordenanzas del obispo de Manresa, querrán trasladarla a esta ciudad pero al rato de empezar su transporte, esta les empezará a pesar cada vez más. Comprendieron pues, que la virgen quería quedarse en el lugar donde hoy se encuentra el monasterio y por tal motivo será este construido…
Existe gran variedad de leyendas, como la conversión de Ignacio de Loyola en el siglo XVI. Iñigo, un guerrero vasco tuvo su conversión tras venerar a la virgen y superar la tentación en una cueva de Manresa, dejando en el monasterio su espada y fundando después la orden de los Jesuitas. O la del timbalero del Bruc, en la que encontramos a un joven que con su tambor y el estruendo que la montaña le proporcionó al redoblarlo, hizo ahuyentar a las tropas napoleónicas a su paso por el santo lugar. Otros milagros habrán sido también otorgados a peregrinos y devotos, pues a partir de los siglos XII y XIV, la “Moreneta” adquirirá fama por ello, en toda Europa.
¿Pero es realmente negra la virgen de Montserrat?
La cultura popular siempre ha hablado que fue oscureciendo a causa de las muchas velas que ella se le llevaban. Incluso se habla de alguna extraña devoción a las vírgenes de color por los alrededores de la costa cercana a los Pirineos (des de Provenza a Cataluña).
Pero estudios muy recientes, han probado que su color tiene una razón más lógica y a la vez científica. Veamos primero, la leyenda de su origen y el como llegó a la cueva donde fue encontrada.
Otra versión del origen del nombre de Cataluña es también, Catlonia, tierra de castillos, como castilla para la lengua catalana. No es de extrañar encontrar estos nombres, pues para la reconquista española (S.VIII-S.XV), se fueron construyendo grandes cantidades de castillos en todo el territorio. Se puede también comprobar esto en el mismo macizo de Montserrat, donde se albergaban 5 castillos medievales, ahora en ruinas. Uno donde se encuentra la actual ermita de Sta. Cecilia (S.IX), otro en la de St. Miquel (S.XII), un tercero en la ermita de St. Dimes y dos más en la parte opuesta al macizo, cerca del aparcamiento de Can Maçana, que son “La Guardia” (S.XI) y Ferran (s.IX).